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hombro

1. CONCEPTOS BÁSICOS.



Las deformidades en los pies son numerosas, tratamos de abarcar las más comunes en la que nuestros pacientes se sientan identificados. Es importante entender que en nuestra etapa evolutiva en el pie ha existido una serie de modificaciones e involuciones en el tiempo, ya que en la teoría de la evolución del hombre (según Darwin) una vez que empezamos a caminar y salir de los árboles, el pie se limitó únicamente a sostener el peso del cuerpo y el equilibrio para lograr mantenernos en bipedestación (caminar en dos patas). De aquí en adelante en la historia de nuestra civilización, el pie ha sido marginado únicamente para el caminar, siendo sometido a una “Jaula de cuero” que está representando en nuestro calzado, logrando atrofiar los músculos e impidiendo que se desarrolle la capacidad funcional de nuestros pies (ya que tiene las mismas característica anatómica y capacidad funcional que nuestras manos).

Estas características se han perdido en el tiempo y en nuestro desarrollo, ya que desde pequeños por medio del calzado ha sido en gran parte el responsable de someter al pie únicamente a un destino, que es el caminar. Existiendo mucha responsabilidad en algunas de la patologías y deformidades en nuestros pies.



Unos de los calzados más comunes en las mujeres, sometiendo la carga del peso corporal a un pequeño segmento del pie (antepie), de igual manera la punta del calzado ejerciendo presión sobre los dedos.



Por lo que podemos ver es un factor importante, pero no determinante, entre otros factores son: la herencia, enfermedades predisponentes como la artritis reumatoides, algunas actividades exigentes en los pies, problemas congénitos, traumáticos, etc.

Pie con deformidad de origen reumático y pie con acortamiento congénito.



1.1 TRATAMIENTO

La mayoría de patología en el adulto se maneja de manera quirúrgica, nuestra manera de realizarlo es con la técnica mínima invasiva, cuyo principio es que a través de incisiones pequeñas y menos agresividad al tejido (piel, músculo y hueso), permite una cicatrización y recuperación más temprana que con la técnica tradicional. Es importante aclarar que a pesar de las ventajas en éste procedimiento (cirugía ambulatoria, el caminar inmediato, recuperación y regreso a actividad laboral temprana, etc) no deja de ser un procedimiento quirúrgico que tiene sus porcentajes de riesgos y complicaciones (en menor grado que las técnicas tradicionales).

Como es un procedimiento quirúrgico (cirugía menor), se realiza el protocolo necesario como en cualquier otra cirugía en ortopedia (valoración preoperatoria, laboratorios y estudios prequirúrgicos, etc).

En la mayoría de las deformidades de los pies en el adulto la manejamos bajo la técnica mínima invasiva (Hallux valgus o “Juanetes”, dedos en garra o martillo, supraductos, metatarsalgias, Hallux rígiduz, Juanetes del sastre, etc. Esta técnica de mínima invasiva en los pies habitualmente lo realizamos con anestesia local y sedación, son pequeñas incisiones y el paciente al recuperarse puede irse a su casa con un vendaje y zapatos especiales, el mismo día de la cirugía (cirugía ambulatoria). La recuperación es más corta que la técnica tradicional:

Para ésta técnica mínima invasiva aparte de la preparación del cirujano, se requiere de instrumental, material y equipos especiales para mínima invasiva.



Instrumental especial (equipo de mínima invasiva e instrumental.

Es necesario el uso del arco en C o flourosocopio.



Arco en C o flourosocopio. Dónde logramos ver la parte del pie a corregir, sin necesidad de realizar incisiones grandes, ni abordajes quirúrgicos extensos.



Parte del equipo de mínima invasiva.



Femenina con deformidad en ambos pies.



Osteotomías, tenotomías, corrección de las deformidades, mínima incisiones (técnica MIS).



Uso de zapatos, vendaje y separadores especiales, pudiendo la paciente caminar inmediatamente. Cambios de vendaje cada semana. Zapatos y separadores especiales.

Cambio de vendaje a la semana (por 4 hasta 8 semanas dependiendo de la patología).



Resultado final de la deformidad importante en ambos pies. La paciente comienza a usar zapatos diferentes y para la jornada cotidiana, consolidación y cicatrización apróximadamente de 6 a 8 semanas





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